Cómo ir vestido a una boda si eres joven

Joel Torres
Joel Torres

Si eres joven, son muchas las posibles opciones a la hora de elegir el vestuario apropiado para una boda. Te puedes permitir apostar por un estilo casual, pero siempre teniendo en cuenta aspectos como el dress code que soliciten los novios, la época del año, el momento del día o el lugar de celebración.

Que la ocasión requiera un outfit elegante, no implica que tengas que vestir como si tuvieses veinte años más. Se trata de mantener tu estilo y de lograr combinar, perfectamente, modernidad con un toque de sofisticación. ¿Eso cómo se consigue?… si quieres saber cómo ir vestido a una boda si eres joven, en este artículo tienes las claves y algunas ideas que quizá encajen con el look que estás buscando.

  • No te eches años. Si eres joven, no cometas el error de ir vestido a una boda demasiado ‘formal’ salgo que así se exija. Aunque se requiera ir de traje, tienes modelos con diseños a cuadros, rayas o combinados con prendas de distintas tonalidades que marcan novedosas tendencias por los que es un acierto apostar. El estilo moderno y juvenil es el que te corresponde y optar por una indumentaria excesivamente seria, supondría un error.
  • Cualquier propuesta por la que te decidas será válida siempre que cumpla tres condiciones: que te siente bien (puede que el traje de tu hermano mayor no valga), que case con tu propia personalidad y que resulte fresco, un punto alegre y, por supuesto, elegante.
  • Es una boda. Hay muchas alternativas para transformar un look de diario en uno que resulte perfecto para asistir a un evento de estas características. Un simple pantalón chino, por ejemplo, puede ser pieza importante de tu look, pero tendrás que combinarlo con un toque algo más ‘chic,’ como una camisa en tonos malvas, celestes o rosas, un blazer o un original chaleco.
  • No sobrecargues. Incluye en tu outfit los complementos justos para no presentar una imagen de conjunto demasiado abigarrada. Unos buenos zapatos a juego con un cinturón o, si va más con tu estilo, unas deportivas, son algunos básicos. En una boda joven la corbata no es imprescindible, pero si decides llevarla, elige una que añada originalidad con discretos estampados o colores vivos, destacando siempre sobre la camisa.
  • Un toque de atrevimiento puede dar excelentes resultados a la hora de ir vestido para una boda si eres joven. Unos llamativos tirantes, un pañuelo que ponga una nota de color en un blazer oscuro, unos poco convencionales pantalones anchos y holgados, un sobrero de paja en una boda en la playa… son detalles que pueden quedar bien siempre que encajen con el look total y que no resulten excesivos.

El esmoquin rejuvenece

Si la boda a la que asistes como invitado requiere traje, no hay problema, porque ahora tienes propuestas innovadoras para ir cómodo y marcando tendencia. Huye de los trajes demasiado ‘pesados’, oscuros o en tejidos que restan movimiento. Los tonos claros y neutros son idóneos para los más jóvenes y si se trata de una boda de tarde – noche el tándem blanco y negro sigue siendo una opción incluso para bodas de máxima etiqueta que requieran un renovado esmoquin.

Con vaquero y chaleco

En una boda informal, con predominio de gente joven entre los asistentes, los incombustibles vaqueros siguen siendo alternativa, siempre que los combines con otra pieza que los convierta en una prenda muy especial. El chaleco es una de las que mejor sienta a hombres de cualquier edad. Masculino y con prestancia para convertirse en la clave de un look impecable, un chaleco fit, con camisa de manga larga, hará que cualquier otro complemento sobre, consiguiendo el equilibrio justo que necesita tu imagen.

Casual con estilo propio

El casual se suele imponer en una boda en la que novios e invitados son jóvenes. No tienes que cambiar tu estilo, sino potenciarlo con una combinación acertada en la que haya algún elemento que destaque. Marca tendencia con algún original y favorecedor pantalón que rompa moldes, por ejemplo: uno estrecho y hasta el tobillo, uno de cintura baja, uno extra ancho…  si lo prefieres, opta por algún complemento que se convierta en protagonista absoluto, como una corbata de cuidado y divertido estampado, o ultra estrecha y monocolor, una amplia chaqueta de lino o de ante, si es invierno, unas deportivas…

Traje y camiseta (o jersey)

Es la forma más fresca y menos ‘estricta’ de llevar un traje y convertirlo en un perfecto look de boda si eres joven. Juega con los contrastes y atrévete con colores poco convencionales. Traje en tonos claros y jersey cuello de cisne oscuro, combinado de chaqueta y pantalón en color oscuro con camiseta de color vivo… olvídate de la corbata y haz de la camiseta o polo la prenda estrella de un outfit básico, fresco, con personalidad y con un toque sexy que siempre queda bien.

Para la noche

En una boda de tarde noche, la fiesta posterior al enlace cobra especial protagonismo y a la hora de elegir vestuario es importante tenerla muy presente. Una chaqueta o sobre camisa con un punto de ‘riesgo’ es todo lo que necesitas para destacar sin estridencias. Diseños en estampados florales, en liso con tonos vibrantes para un total look fuera de lo convencional, o incluso en un animal print son opciones válidas para los más jóvenes.

Cuadros y rayas

Los cuadros y las rayas horizontales y verticales siempre llenan de dinamismo y de frescura cualquier indumentaria. Prueba, por ejemplo, a romper la formalidad del clásico traje azul marino con un polo a rayas para un look ‘marinero’ o a ponerte en jersey a cuadros grandes para lograr un toque desenfadado y ‘gamberro’ si llevas un combinado de chaqueta y pantalón en tonos oscuros. ¿Otra idea?… una camisa con cuadros vichy (cuadros pequeños sobre blanco) en cualquier color que te apetezca, elegante y siempre favorecedor.

Pantalón corto

Eres joven y te lo puedes permitir. Los trajes o combinados que tienen como protagonista el pantalón corto son una tendencia de total actualidad para las bodas veraniegas que se avecinan. Los que mejor sientan son los que presentan tonos neutros o claros: grises, arena, nude y también los más atrevidos, en rosas, celestes o aguamarina… llévalos con zapato no deportivo para crear el contraste necesario y demostrar, una vez más, que la elegancia no está reñida con el estilo más divertido y juvenil.