Cómo vestir para una boda si vas de invitado

Joel Torres
Joel Torres

Son muchas las opciones a la hora de elegir el look apropiado para asistir como invitado a una boda. Por suerte, la actual  moda masculina ha abierto el abanico de posibilidades, que ya no se limitan al tradicional traje chaqueta, sino que permiten innovar con nuevas tendencias, siempre teniendo en cuenta las características de cada enlace y su dress code.

La época del año, si es una boda de día o de tarde noche, el lugar de la celebración e incluso cómo va vestido el novio, son detalles fundamentales que hay que tener en cuenta para acertar con la vestimenta apropiada en cada caso. ¿Tienes dudas sobre cómo vestir para una boda yendo de invitado? ¿Corbata o pajarita? ¿Buscas inspiración para destacar en elegancia sin renunciar a tu propio estilo?… No te pierdas esta guía básica para invitados de boda y toma nota de algunas interesantes y novedosas propuestas.

  • Medidas perfectas. Te pongas lo que te pongas, una de las claves de lucir impecable como invitado en una boda es que las prendas que elijas te sienten a la perfección, adaptándose a tu constitución y a tus medidas. La chaqueta, asentada exactamente sobre los hombros, las mangas de la camisa sobresaliendo, ligeramente (no más de un centímetro) de las de la chaqueta y el largo del pantalón, sea cual sea, siempre alcanzando sutilmente el empeine, ni más largo, que te termines pisando el bajo, ni tampoco ‘tobillero’, es decir, excesivamente corto.
  • ¿Traje, esmoquin, frac, chaqué? Todo depende del nivel de etiqueta exigido. El frac es un traje de gran gala y se caracteriza por la levita con solapas de seda. Solo debemos llevarlo si también lo hacen el novio y el padrino y lo exige el protocolo. El chaqué es otra opción apropiada para bodas de mañana o de primera hora de la tarde, especialmente si, además de invitado, eres testigo y el novio así lo quiere. Lo ideal es llevarlo con chaleco. Si prefieres ir de esmoquin, es una buena elección siempre que la boda sea de tarde noche, teniendo en cuenta que es una prenda de fiesta, ideal para la celebración posterior al enlace. Salvo exigencias de protocolo, el traje chaqueta es siempre un look correcto, con el que vas a poder dar forma a tu outfit con un sinfín de posibilidades con las que sentirte cómodo y marcar tu propio estilo.
  • Tejidos y colores. El traje completo o combinando chaqueta y pantalón es el look más común entre los invitados a una boda y elegirlo en tejidos con cuerpo y buena caída es siempre el primer paso para acertar. Lana en invierno o lana fría en verano, lino, algodón, popelín o sarga son excelentes opciones. En cuanto a los colores, el azul marino es un clásico con el que no fallar, pero hay más posibilidades. Los tonos arena son perfectos para bodas de días y la gama de los grises vale para cualquier ocasión. Dependiendo de tu estilo y de la formalidad del acto, ahora los trajes combinados y aquellos que arriesgan con opciones como las rayas, los discretos cuadros o el ojo de perdiz son también novedosas tendencias perfectamente válidas para cualquier boda.
  • Los complementos. Elegirlos y combinarlos con acierto es la clave de un outfit definitivo con el que destacar en elegancia y nuevo estilo. Préstale la debida atención a la corbata, porque es el accesorio clave de cualquier look. Con ella puedes poner una nota atrevida y divertida, que alegre un sobrio traje chaqueta, o bien optar por una más ‘seria’ si llevas un traje con algún tipo de estampado. Gemelos o cubre-botones, clásicos chalecos, grises o marfil para completar el chaqué, o en atrevidos colores (pura tendencia) para darle una imagen más fresca y juvenil, pisa-corbatas, un fajín para el esmoquin o un pañuelo a juego con la corbata… son detalles especialmente importantes para presentarte impecable.
  • Equilibrio. Cualquier boda, religiosa o civil, tiene dos partes: el momento del enlace, el más ceremonioso, y la celebración posterior, con los novios ya relajados y donde toca disfrutar. Ahí está la cuestión, porque debes encontrar el look perfecto para ambas situaciones. Encontrar el equilibrio depende del estilo de cada uno. Un traje oscuro, pero con una camisa de estampado diminuto que lo alegre, o con una de cuello redondo (cuello Mao) que rompa la estética habitual; unos calcetines de vivos colores, que asomen bajo el serio pantalón; un fajín que renueve un esmoquin o un traje en sorprendente color pero matizado con una camisa y unos zapatos negros… la idea es buscar la armonía, siempre con elegancia y sin excesos que pudieran desentonar.

Teniendo en cuenta el dress code que indiquen los novios y siempre fiel a tu propio estilo, algunas propuestas, perfectas para invitados de boda que te pueden gustar son:

Oscuros y claros, el contraste

La combinación de tonos es la mejor herramienta para lograr un look de invitado impecable, con un punto de originalidad sin que te falte sofisticación. Lo ideal es que prevalezca el color más oscuro en la chaqueta y/o pantalón, dejando los más vivos para camisa y complementos. Azul marino y gris marengo son opciones seguras para combinar con tonos claros, aunque el negro también puede valer, sobre todo en una boda de tarde noche.

Complementos coordinados

Unos accesorios bien coordinados son los que redondean la imagen de conjunto. Para una boda de postín, que requiera, por ejemplo, asistir con chaqué, prueba a llevar los complementos básicos, como chaleco, corbata o pajarita y pañuelo exactamente en el   mismo color, por supuesto, distinto al traje para que destaquen. En celebraciones que exijan menos etiqueta, juega a coordinar los complementos sin que sean de idéntico tono pero que, juntos, consigan un look de lo más armonioso cuidando hasta el mínimo detalle, relojes, gafas, cubre botones o corbata incluidos.

Nuevas tendencias

Los looks masculinos para invitados de boda han dejado de tener limitaciones de estilo y ahora se imponen nuevas tendencias. Chaquetas abiertas, de un solo botón o cruzadas, que mezclan tejidos diferenciando la solapa del resto de la pieza o que apuestan por colores intensos, como el verde botella, el morado o el granate son opciones que puedes probar con la seguridad de acertar con un outfit distinguido pero con un irresistible toque rompedor.

Cuadros o rayas, también

Los trajes diseñados con cuadros o rayas en tonos claros están de plena actualidad porque, sobre todo para bodas de día, en primavera verano, sientan fenomenal y son perfectos para llevar un estilo casual sin perder un ápice de elegancia. Para lucirlos bien, hay que combinarlos con una camisa siempre lisa, en blanco o color claro para mantener la armonía del conjunto, pero con algún complemente más oscuro que cree el necesario contraste.

La camisa

Pese a su importancia, es la gran ‘olvidada’ de los looks masculinos de celebración de bodas. Es un error restarle protagonismo, porque la camisa es la que va a resaltar el traje y a lograr una buena imagen global. Tiene que adaptarse al torso con total perfección, sin hacer arrugas o volúmenes de más y, como norma general para bodas incluso en pleno agosto, ha de ser de manga larga (salvo indicaciones en contrario). La clásica camisa blanca es una apuesta segura que resultará acertada con cualquier look, pero tienes otras opciones. Una en tonos neutros como beiges, nude o gris o, quizá, algo más atrevido como un bonito coral o un verde aguamarina y si te apetece un estampado que alegre el conjunto, también puede quedar más que bien.

Renovando clásicos

Apostar por el vestuario más tradicional en una boda siempre es acertado porque es una realidad que lo clásico nunca pasa de moda. Prendas como el esmoquin o el chaqué han evolucionado y ahora tienes magníficas opciones para elegirlas sabiendo que no tienen nada de ‘antiguas’, ¡muy al contrario!, resultan tan elegantes como siempre pero ahora se presentan más innovadoras que nunca.