¿Qué hacer si te sigue un detective?

Yago Montilla
Yago Montilla

Detrás de la figura del detective hay mucha leyenda y cada persona tiene ciertas ideas preconcebidas sobre ello, habitualmente promovidas por la ficción. Lejos de ser espías con gabardina o agentes secretos, los detectives privados son profesionales que están habilitados para hacer investigaciones formales y que elaboran informes de sus conclusiones, documentando todo con pruebas. De hecho, su actividad está perfectamente regulada por la ley.

Por lo tanto, si has detectado que te sigue un detective no quiere decir que estés perdiendo la cabeza o que vivas en una ficción. Puede ser una realidad que estés viviendo por diferentes circunstancias, por ejemplo, que sea un profesional contratado por tu empresa o por un equipo de abogados.

Pero, ¿qué hacer en este caso?, ¿cómo actuar cuando eres objeto de investigación de un detective privado? En este artículo vamos a resolver todas tus dudas al respecto.

¿Por qué te puede seguir un detective?

Lo primero que debes saber es que, como hemos aclarado, sí existe la posibilidad de que un detective te esté haciendo un seguimiento. No obstante, como son profesionales cualificados para ello, que deben seguir una metodología de investigación. Cabe destacar que solo pueden hacerlo cuando se trata de destapar un delito o alguien los ha contratado, es decir, no pueden hacer un seguimiento por cuestiones personales o sin motivación alguna.

A partir de ahí, puede haber causas muy variadas. Una de las más comunes está en los casos de divorcio, así que si te estás enfrentando a este proceso debes sospechar de esta motivación. Los abogados los contratan para obtener pruebas en los casos en los que una custodia de menores está en juego, con el fin de acreditar la incapacidad del progenitor para hacerse cargo de ellos.

Otra alternativa muy común está en los casos en los que están involucradas las aseguradoras, pues los emplean para combatir los posibles fraudes. El detective puede estar investigando si has simulado un accidente, un robo o una baja médica para cobrar un seguro de forma ilícita.

Además, en el ámbito empresarial hay cantidad de circunstancias en las que se puede contratar a un detective para hacer una investigación. Desde la propia empresa, para averiguar si un empleado está filtrando información confidencial o está estafando a la compañía, por ejemplo. También desde otros negocios que sospechen que se está haciendo competencia desleal o espionaje. Como ves, las causas son variadas y estos son solo unos ejemplos.

La contra vigilancia: la mejor solución cuando te sigue un detective

Que un detective te siga puede generar gran desconcierto, ya que, como hemos visto, se puede deber a muchas circunstancias diferentes. Por lo tanto, la mejor forma de afrontarlo es contratar un servicio de contra vigilancia. Es decir, hablar con una agencia de detectives profesionales como doverty.es para contar tu situación y solicitar un seguimiento de la posible causa de investigación.

La contra vigilancia es un servicio que se puede contratar de forma lícita ante la sospecha de que existe un seguimiento o una investigación por parte de una tercera persona. Consiste en la averiguación de pruebas que determinen si realmente se está llevando a cabo esa práctica o no, con suerte, también se puede descubrir la motivación. 

Además, estos profesionales pueden descifrar si se está haciendo un seguimiento poco lícito, con prácticas inadecuadas o que ponga en riesgo tu seguridad. Esto te puede permitir solicitar la desacreditación de dicha investigación o la anulación de la misma.

Los métodos empleados para la contra vigilancia son generalmente muy similares a los de cualquier investigación. Los detectives privados van a emplear cámaras, micros, vehículos para el seguimiento o dispositivos especiales para demostrar que existe esta conducta de cara al cliente que los ha contratado.

Lo que un detective privado no puede hacer cuando te sigue

Los detectives primados tienen la potestad de investigar delitos privados o semipúblicos, siempre que exista una motivación concreta y acreditada. Además, deben hacerlo con las prácticas adecuadas y siguiendo rigurosamente la normativa. Por lo tanto, cuando un detective te sigue no puede hacer lo siguiente:

  • Investigar los delitos que se pueden perseguir de oficio.
  • Obtener material visual o de audio en espacios que se consideran íntimos o privados, como dentro de tu domicilio particular.
  • Realizar acciones que pertenecen a las empresas de seguridad.
  • Violar el secreto de las comunicaciones.
  • Hacer investigaciones que no tengan una motivación legítima, que se basen en la curiosidad o el interés personal.
  • Provocar situaciones en las que se modifique el comportamiento de la persona que está siendo investigada.
  • Atentar contra el honor personal o familiar de la persona investigada.
  • Saltarse las normas de protección de datos.
  • Solicitar registros bancarios o gradaciones sin una orden judicial.
  • Emplear vehículos que se puedan confundir con los de las fuerzas de seguridad del Estado.
  • Manipular teléfonos móviles u otros dispositivos sin una orden judicial.

Los detectives privados tienen un campo de investigación muy concreto del que no pueden salirse bajo ningún concepto. Por lo tanto, no pueden actuar realizando funciones propias de los policías o de los expertos en seguridad, pues su ámbito es otro diferente para el que no están acreditados.

Otro punto importante a recalcar es el motivo de la investigación. Si una empresa o particular contrata a un detective debe ser porque tiene sospechas fundadas de que la persona objeto de investigación está cometiendo un delito punible. Esto significa que lo debe poder acreditar, pues no basta con una mera intuición para justificar el seguimiento a un tercero.