Tipos de sordera que existen
Existen muchísimos problemas de salud que afectan a la población, pero, sin duda, la sordera es uno de los más extendidos. Los motivos por los que una persona puede sufrir hipoacusia son muy diversos, pues, además, estos se diferencian en distintos tipos en función a varias causas, por lo que hablamos de una de las formas de enfermedad de salud crónica más habituales entre la ciudadanía.
Si recientemente has empezado a desarrollar problemas de sordera y te interesa conocer cuáles son los tipos de sordera que existen o, sobre todo, cuáles son los mejores audífonos para cada grado de sordera, entonces has llegado al lugar correcto. A continuación, te explicamos toda la información relacionada con la hipoacusia y ponemos a tu disposición algunas de las mejores herramientas para que entiendas qué tipo de audífonos son mejores para la sordera.
¿Qué es la hipoacusia?
Lo primero que tenemos que abordar es qué se entiende por hipoacusia o por sordera, y generalmente hablamos del deterioro de la capacidad de escucha de nuestros oídos, lo que implica que el funcionamiento de la estructura interna de nuestro nervio auditivo y del oído ha resultado, de alguna forma, herido.
Todo esto conlleva una incapacidad parcial o total para poder escuchar los sonidos en nuestro entorno que surge como consecuencia de esta dificultad de escucha. Tal y como ya hemos mencionado, esta puede variar en función a distintos grados según sea su gravedad, aunque, generalmente, hablamos de sordera en cualquier momento en el que una persona no sea capaz de distinguir con claridad los sonidos. Por ello, el umbral de audición de cualquier sonido para que este pueda ser escuchado es mayor a 25 dB.
La hipoacusia no solo afecta al oído y a la escucha, sino que además esta puede derivar en problemas de desarrollo cognitivo del habla y de la comunicación y, por lo tanto, si se da en personas de edades menores, también puede afectar de forma directa a su integración en la sociedad.
De esta forma, hablamos de que algunas de las causas más comunes para la sordera son las siguientes:
- Sordera adquirida. Este caso es el que hace referencia a aquellas ocasiones en las que ciertas causas patogénicas pueden desencadenar en una sordera. Este tipo puede ser tanto prenatal, en el caso en el que cualquier tipo de agente patógeno sufrido por la madre durante el periodo de embarazo afecte también al embrión; perinatales, cuando se sufre una lesión durante el parto; o posnatales, en cuyo caso se hace referencia a cualquier tipo de lesión que sufra el niño a lo largo de su infancia.
- Sordera hereditaria. Como bien puedes imaginar, este otro grupo hace referencia directamente a aquellas que se transmiten mediante los genes familiares. Por este motivo, la sordera hereditaria es prácticamente inevitable, aunque no por ello suele darse siempre de padres a hijos. Puede manifestarse ya sea en el momento del nacimiento o años después, conforme el niño empieza a desarrollarse.
- Sordera del lenguaje. Finalmente, este último grupo es el que se refiere a aquella que sucede en relación con la adquisición del lenguaje. Se distinguen dos tipos, la sordera prelocutiva, cuando sucede antes de que el niño comience a hablar; o la postlocutiva, que es aquella que surge una vez que el lenguaje ya está desarrollado en el niño.
Tipos de Sordera
Ahora que ya conocemos cuáles son las causas más habituales de la sordera y que entendemos que esta puede producirse bajo distintas circunstancias y por motivos muy diferentes, lo siguiente que tenemos que entender es que, en función al grado de pérdida auditiva, también se distinguen varios tipos de sordera:
- La sordera catalogada como pérdida leve es aquella que se encuentra en el umbral de audición de entre los 20 y los 30 dB.
- El siguiente tipo de hipoacusia que existe es el que se da cuando la pérdida auditiva supera los 30 dB si alcanza hasta los 50 dB y se entiende como una pérdida media.
- La pérdida severa es la que llega a alcanzar desde los 50 hasta los 80 dB.
- Se entiende como pérdida profunda cualquier tipo de pérdida auditiva en la cual el umbral de audición se sitúa entre los 80 y los 95 dB.
- Finalmente, también existe la pérdida total entendida como cofosis o anacusia en la cual tenemos que mencionar que el umbral de audición se encuentra por encima de los 95 dB.
Tipos de audífonos para sordos
A la hora de pensar en la clasificación de los audífonos, tenemos que abordarlo desde el punto de vista de su colocación en la oreja, ya que de esto dependerá el tipo de sonido y la forma del aparato. Para ello, se distinguen dos tipos, principalmente, que son los intracanales y los retroauriculares.
El primer grupo hace referencia a los audífonos que se sitúan dentro del pabellón auditivo, mientras que el segundo se conoce por ese nombre porque la colocación del audífono se da en la parte externa y posterior de la oreja.
Con esto claro, cabe destacar que dentro de estos dos grupos se hallan, a su vez, otros subgrupos más pequeños en función a las características de estos audífonos, tal y como las exponemos a continuación:
Audífonos intracanal
- ITC: O también conocidos por el nombre de “en el canal”; son aquellos que se alojan directamente en el pabellón auditivo y se fabrican haciéndole al usuario un molde específico de su oído. Son parcialmente visibles.
- ITE: Los “audífonos en la oreja”, se sitúan en la concha del pabellón auditivo y, aunque son visibles, son muy discretos. No cuentan con ningún tipo de cableado.
- IIC: Llamados “invisible en el canal”, destacan por ser totalmente invisibles, pues se ocultan por completo dentro del pabellón auditivo. Cuentan con un dispositivo de extracción y permiten introducirse bastante profundo, hasta casi rozar el tímpano.
- CIC: Conocidos como “completamente en el canal”, son los que se crean con un molde para encajar al detalle en la forma de cada oído. Son invisibles y son muy recomendables para las pérdidas auditivas leves o moderadas.
Audífonos retroauriculares
- BTE: Son aquellos que se colocan “detrás de la oreja”, es decir, detrás del pabellón auditivo. Utilizan un molde para su fabricación, por lo que son totalmente adaptables. También funcionan con un fino tubo que conecta el exterior con el interior del pabellón, ayudando a la escucha. Sirven para cualquier nivel de pérdida auditiva.
- RITE: Finalmente, los “recepción en el oído” se adaptan, asimismo, en la parte trasera de la oreja, aunque se distinguen del modelo anterior en que estos dejan el auricular en la parte externa.
Sea cual sea el audífono escogido, todos ellos comparten, sin embargo, las características de ser inalámbricos para permitir un control remoto desde los equipos de sonido o dispositivos móviles. Además, la mayoría de ellos son aptos para todo tipo de pérdidas de escucha.
Si, aun así, continúas con dudas sobre qué audífono debes utilizar o dónde comprar buenos audífonos que vayan a ajustarse a ti, puedes acudir a Audifonos-madrid.com y estos profesionales te ayudarán en todo el proceso de elección, consulta y atención para tratar de aconsejarte; siempre atendiendo a tus propias necesidades y circunstancias personales.
Mejores audífonos para cada tipo de sordera
Ahora que ya te hemos explicado los tipos de sordera hay que entender cuáles son los distintos tipos audífonos para sordos disponibles, por lo que lo siguiente será que puedas tú hacerte una idea de cuáles son los mejores audífonos para cada tipo de pérdida auditiva. Esto puede serte muy útil si todavía continuas con algunas dudas sobre qué audífonos son mejor para cada hipoacusia, así que esperamos que esta pequeña guía te sirva para encender qué audífono es mejor para ti.
- Hipoacusia conductiva. En este tipo de sordera el problema de llegada del sonido surge directamente en el oído externo o en el oído medio, pues el oído interno funciona perfectamente. Esto sucede cuando las vibraciones no consiguen llegar bien al tímpano y se siente esa escucha distorsionada o con cierta resonancia que es tan molesta. Lo mejor para solventar este problema de hipoacusia es utilizar audífonos convencionales o también unos implantes osteointegrados.
- Hipoacusia neurosensorial. En este otro caso, lo que sucede es que, pese a que se transmite el sonido correctamente y pasa por el pabellón auditivo sin complicación alguna, no llega bien al oído interno. Puede ser que este problema sea por culpa de una dolencia en el nervio auditivo o por las células ciliadas. Lo importante en este caso es crear una amplificación de sonido, por lo que los mejores audífonos serán los digitales. Los implantes cocleares también pueden ayudar en esta situación.
- Hipoacusia unilateral. Este tercer tipo de sordera se caracteriza por aquellas situaciones en las que la pérdida auditiva se da en uno de los dos oídos, por lo que hablamos de situaciones en las que se mantiene el total de la audición en un oído mientras que se observan pérdidas en el otro. Estos casos son más complejos y deben de tratarse individualmente para entender qué sucede; pero, generalmente, se pueden utilizar todo tipo de audífonos CROS. También se puede considerar la opción de los implantes osteointegrados.
- Hipoacusia mixta. El último caso es el que sucede cuando se da una mezcla de hipoacusia neurosensorial o conductiva, la cual se conoce con este nombre. Debido a esta combinación de factores, las causas y las deficiencias pueden ser muy variadas y pueden encontrarse tanto en el oído interno como en el medio o en el externo. Aunque todos estos casos deben de analizarse individualmente y valorarse para encontrar una solución personalizada, lo cierto es que como norma general suelen utilizarse sobre todo audífonos retroauriculares y, de nuevo, los implantes osteointegrados.